1. Welcome To The Rocken Factory
2. Giant Bee
3. No Human
4. Life Long Learning
5. I Hear You Call My Name
6. Building My Home
7. I Am Mine
8. White NIght
9. Rock in Canossa
Bienvenidos a la máquina del tiempo de Rocken Factory, todo un power trío que llega desde Verona para ofrecernos en descarga gratuita y libre su Welcome To The Rocken Factory, un compendio de hard rock clásico con cierto sabor a esa incipiente NWOBHM. Si hemos catado aquí algún grupo de este estilo sin duda ha sido Wolfgun. Si te gustaron los de Barcelona, estos no te defraudarán: siguen las mismas coordenadas musicales -solo que no se trata de un disco instrumental, a salvo el último de los temas del disco-. Sin tanto talento técnico probablemente, aunque firmando temazo tras temazo, en un disco de escucha atractiva, apetecible y muy variado. Crujientes distorsiones, riffs blackmorianos, cierto toque de Black Sabbath a veces y sonido muy setentero o, como me gusta decir, ese sonido "puente" entre los 70 y 80, que a veces hemos visto reflejado de forma tan magistral y auténtica en aquellos grupos más de culto de la new wave británica.
Prepárate a disfrutar del buen hard rock clásico durante estos 30 y pico minutos que nos depara el Welcome To the Rocken Factory.
La verdad es que para clásica la bienvenida a la fábrica, ese primer tema llamado Welcome To the Rocken Factory, que tiene todo el impacto de cualquier tema de AC/DC de la época del Powerage. Puro hard rock clásico y electrizante que no puede dejarte indiferente a no ser que seas un EMO. Sin embargo, debo decir que el estilo engaña un poco. Si pensabas que el disco iba a discurrir por ese hard seco, bluesrockero, te equivocas, pues el resto es, por lo general, mucho más variado, encontrando momentos progresivos con bastante frecuencia. A Giant Bee es, por ejemplo, una muestra de lo que decimos, ya que discurre más por una especie de hard progresivo oscuro setentero, aunque sin perder la base enérgica y directa, y de hecho se puede apreciar cierto regusto a Diamond Head por momentos.
Llega el momento de No Human, una de las canciones más progresivas del disco, igualmente con mucha pegada, siendo en este caso la referencia que más se me viene a la mente los mismísimos Black Sabbath, un puto temazo que te puede evocar a diversos himnos de estos gigantes, desde Snowblind a Iron Man. Y es que esos fraseillos a lo Tony Iommi cantan que da gusto ¿verdad?
Y vuelta al hard rock básico y clásico de barril con ese otro cancionón llamado Life Long Learning. Uno de los cortes que más ha llamado nuestra atención por lo bueno que es, y por lo auténticamente clásico que suena, ha sido I Hear You Call My Name. Incluso diría que suena sesentero, muy en la onda de los primeros Deep Purple o Uriah Heep. Órganos hammond, aires de rock soft vitalista y animado, y hasta ciertos coros gospel, para seguir dando palmadas. El espíritu de Rod Evans ha estado por aquí. Pese a todas estas influencias, los italianos demuestran aquí una clase compositiva y una personalidad sobresalientes. Es sin duda un logradísimo y brillante cambio de aires, para luego regresar con el sonido más general del disco, con Building My Home, donde se logra superar en inspiración y matices a temas anteriores, especialmente en las líneas vocales. Puede que en cuanto a rango no encuentres aquí a un vocalista que te llame especialmente la atención, pero esta es una buena muestra de que se puede sacar petróleo de una voz normalita.
Pasamos a I Am Mine, nuevamente otra gran canción. En esta ocasión nos sorprenden unos geniales cambios de ritmo de lo más curiosos, con un estribillo de los de subidón. Nos parece muy meritorio cómo el disco va subiendo enteros, algo que en la primera escucha no esperábamos, ya que el listón se dejaba muy alto desde el primer minuto. Pero oye, que no decae la cosa, tampoco con White Night, uno de esos deliciosos exponentes de protoheavy que tanto nos pone: fraseos al más puro estilo Blackmore, y el púa-contrapúa descargando que da gusto. Qué bien nos deja este tema.
Pero un discazo como este no podría decir adiós sin poner la guinda, que en este caso se llama Rock In Canossa. Es imposible que el comienzo de esta instrumental no esté homenajeando conscientemente al tema "Black Sabbath", aunque luego se dedique a escupir heavy metal puro y duro a sangre y fuego.
Cuando para el disco, y la "fábrica" está al fin silenciosa, nos quedamos realmente asombrados y con un inmejorable sabor de boca. Un gran disco, absolutamente indicado para todo fan de Deep Purple, Black Sabbath y, en general, todo ese abanico musical que abarca desde el hard rock de los setenta a la NWOBHM. Imperdible.
Rocken Factory son:
Emiliano Quintarelli: bajo, voz
Andrea Resi: guitarras
Walter Manotovanelli: batería
LICENCIA
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