miércoles, 6 de febrero de 2013

Robert Pieculewicz - Speed Limit (2000)

Lista de temas:
1. Running With The Wind
2. Rain Ballad
3. Sounds Like Teen A Teen Spirit
4. Desert Rose  
5. Speed Limit
6. The Gangsters And The Politicians

Inauguramos a lo grande el mes con este discazo instrumental llamado Speed Limit, cortito, divertido y agradable de escuchar. Eso por no mencionar la increíble calidad técnica, inspiración a raudales y, en general, dominio apoteósico de las seis cuerdas que demuestra Robert Pieculewicz, alias Steve Allen, un talentoso y veterano guitarrista polaco, que acumula ya una trayectoria considerable tras siete lanzamientos. Desde la primera escucha a este Speed Limit  vas a comprobar que no he exagerado al ponerle por las nubes. Desde luego que no desmerecería en absoluto en cualquier cartel junto a tu Satriani o Vai favorito. Y es que, al margen del mayor mérito que corresponde a estos últimos por haber contribuido a crear este estilo instrumental "guitar-hero", Robert Pieculewicz no les va muy a la zaga. Desde luego que parece salido del Musicians Institute de Hollywood. No me extrañaría nada que hubiera estado un tiempecito graduándose por allí, al igual que tantos otros (Gilbert, Cereijo, Frusciante) han hecho. Por si quedaban dudas, este Speed Limit fue laureado en el festival internacional de guitarra eléctrica de Lausanne (Suiza) el mismo año 2000.


A mi manera de ver -o de oír, más bien-, diría que Pieculewicz está especialmente influido por Joe Satriani y, en algo menos de medida, por Vai, lo que no impide que tenga su sonido propio, muy peculiar, pegadizo y versátil.

De eso nos hacemos cargo nada más arrancar este EP con Running With The Wind, una canción muy dinámica y con un ataque sin tregua, que fusiona lo mejor del heavy metal y algunos aires funkies. Rápida y optimista podrían ser calificativos igualmente adecuados, y es que esos jugueteos con el mástil realmente conquistan, pero la verdad es que lo primero que se me pasó por la cabeza fue "me cago en la puta". Y eso que todavía quedaba por llegar mi canción favorita, una preciosidad llamada Rain Ballad. Es ciertamente una balada, pero sobre todo es una obra de arte. Y esto que  voy a decir ahora es totalmente sincero y no exagera un ápice: una maravilla como esta solo puede compararse en sentimiento a Heart In Hand del mago Steve Vai. A riesgo de ponerme cursi, diré que la belleza melancólica de esta canción de transporta a donde tú quieras que lo haga. Nunca me la dejaría fuera de un recopilatorio de baladas.

Llega el turno de Sounds Like Teen A Teen Spirit, que directamente nos trae a la mente a la genial "Summer Song" de Satriani. Aquí sí que se nota con menos disimulo su influencia del guitar hero neoyorquino, lo que no es más que un elogio, porque vaya temazo que firma Pieculewicz aquí. No me resisto a decir algo anecdótico, pero que no deja de ser curioso (además de cierto). La portada del disco dice que este EP es perfecto para conducir, y es verdad. De hecho lo he testeado recientemente en un trayecto largo,  pero lo que ya es casualidad es que mientras me sonaba este tema en el coche me cayera desde el salpicadero. sobre la palanca de cambios. la casete de "The Extremist". Sin duda quiso decir algo. Y juro por el Niño Jesús que no me lo he inventado.

Bueno, al disco. Llega el momento de máximo relax y elegancia, gracias ahora a Desert Rose, que explora sobre todo terrenos soul, al menos en la base, pero sin escatimar rollo jazz-fusión. Escalas y modos se combinan a la perfección para traernos este tema totalmente "ferrero-rocher". Pura exquisitez musical, tras la cuál pasamos a la canción homónima, Speed Limit, que me ha parecido la más original, y por eso lo elegí para pincharlo en la radio. En esencia es una instrumental corremástiles típica de hard & heavy, pero hecha de una forma verdaderamente enérgica y adictiva, que hace perfecta justicia al título. A destacar el detalle del bajo, que suena muy acentuado dándole más fuerza al resultado.

Y terminamos -¿ya?-. Pues sí, la fiesta acaba de empezar cuando empiezan a sonar los compases de The Gangsters And The Politicians, elegida para cerrar con su toque de blues-boggie quizá sin tanto alarde técnico como algunas de las anteriores, pero igualmente inspirada. La canción evoluciona a partir de fraseos entrecortados con cierto aire de improvisación, todo muy rítmico y clásico.

Dios mío, cómo nos gusta Creative Commons. Solo puedo acabar diciendo que voy a pasarme una buena temporada degustando la discografía de este genio, y si vosotros no os bajáis ya este Speed Limit os estaréis perdiendo algo relamente grande.

LICENCIA

No hay comentarios:

Publicar un comentario