1. Intro
2. My Name Is Death
3. The Rhyme
4. Rose Red
5. In My Hell
6. Pain
7. Like A Ghost
8. Face In The Shadow
9. Last Breath
10. Outro
Hay ocasiones en las que apetece heavy metal puro, heavy metal químicamente destilado, sin aderezos, mezclas ni fusiones. Simplemente heavy metal, directo a la yugular, potente, rápido, atronador... pues si estás en ese momento no te pierdas este The Gallows de los finlandeses Hangman. Es una apuesta más que segura que no te podrá defraudar. Se trata del primer LP y segundo trabajo de la banda, tras un primer EP sacado en 2006, al que ya visitaremos con el tiempo. En dos palabras, The Gallows es potencia y calidad. La potencia viene posibilitada por una producción tipo "Roy Z", es decir: riffs brutales con unos overdrives hasta el techo de volumen y base rítmica de martillo hidráulico. La calidad se demuestra por lo cuidado de las composiciones y por el buen hacer de todos los músicos, destacando especialmente las guitarras, que derrochan virtuosismo en cada uno de los solos, afilados y frenéticos. Aunque no suelo comentar las portadas, por ser un detalle menor, debo decir que, de todos los discos que llevamos comentados, esta es una portada que me parece particularmente buena. El mérito de este excelente arte va para Mario E. López, autor de la portada.
Vamos al lío. El disco tiene diez pistas, pero está "enmarcado" por el primer y último tema, intro y outro, respectivamente, muy parecidos musicalmente. La cosa empieza pues con My Name Is Death, que sirve perfectamente su función de "primera en la frente". Los primeros segundos, con esa base rítmica cañón y ese solo de entrada, bastan para ponernos los ojos en blanco. Lo demás no le va a la zaga, auténtico heavy metal "painkilleriano". Ellos mismos sitúan sus influencias en finales de los 80 y principios de los 90, citando bandas como Megadeth o King Diamond como influencias principales, lo que también casa con el sonido que escuchamos. Sabemos que en los últimos tiempos ha habido un considerable abuso de este sonido potente por no pocas bandas de este palo, que más de una vez y de dos ha sido calificado como "Painkiller Clon" debido a la repetición de motivos musicales sin demasiada inspiración. Pero este no es el caso, y para prueba la genial The Rhyme, que se muestra genial a las líneas vocales, introduciendo unos matices geniales en las guitarras respecto al sonido más típico del disco, que vuelve con furia en el cuarto corte, Rose Red, que saca la apisonadora para ofrecernos un tema entrecortado potentísimo, pero que sin embargo se guarda ciertos pasajes más melódicos en el estribillo, ofreciendo con ello la variedad musical a la que antes nos referíamos.
In My Hell nos mete en el ecuador del LP con un tema que da lo mejor de sí en el estribillo, donde la voz machaca las frases en el estribillo, bien apoyada por los coros. Pero la que ya nos estampa contra la pared es Pain, heavy enloquecido más afilado que la cuchilla de la portada del British Steel, vamos. La tralla no decae con Like a Ghost, quizá con unas voces que dan menos chicha que en otras canciones, un poco más cansinas en el estribillo, pero donde brilla con luz propia el sensacional trabajo de las guitarras solistas.
Llegamos a un buenísimo cambio de tercio con la inspiradísima Face in The Shadow, que nos invita a un viaje semibaladero muy lúgrube que, ahora que ellos mismos citan a Megadeth, recuerda ciertamente a esas "falsas baladas" tan geniales que compone Mustaine, que luego explotan en algún momento con toda la distorsión que el tema necesita para cambiar de ritmo y repartir cera de la buena. Vuelven a llover hachas con Last Breath, que abre con un riff de pura factura Metallica -no podíamos irnos sin citar a la competencia- pero que luego se crece a medida que avanza. Y solo queda resta ya la salida del disco a través de la Outro final. Alfa y Omega.
Pues nada, que hemos descubierto un discazo ultraheavy. Es verdad que para mi gusto quizá una voz algo más potente y con agudos más claros hubieran dado el puñetazo en la mesa definitivo. La voz se desenvuelve muy bien, que conste, solo que siempre en un rango medio con cierta tendencia a rajar, quizá a veces demasiado -¡rasca mamá!-, pero sin llegar a lo gutural nunca. de todas formas no te equivoques, si te gusta el heavy metal sin colorantes ni conservantes, ya estás tardando en ir a por el disco.
In My Hell nos mete en el ecuador del LP con un tema que da lo mejor de sí en el estribillo, donde la voz machaca las frases en el estribillo, bien apoyada por los coros. Pero la que ya nos estampa contra la pared es Pain, heavy enloquecido más afilado que la cuchilla de la portada del British Steel, vamos. La tralla no decae con Like a Ghost, quizá con unas voces que dan menos chicha que en otras canciones, un poco más cansinas en el estribillo, pero donde brilla con luz propia el sensacional trabajo de las guitarras solistas.
Llegamos a un buenísimo cambio de tercio con la inspiradísima Face in The Shadow, que nos invita a un viaje semibaladero muy lúgrube que, ahora que ellos mismos citan a Megadeth, recuerda ciertamente a esas "falsas baladas" tan geniales que compone Mustaine, que luego explotan en algún momento con toda la distorsión que el tema necesita para cambiar de ritmo y repartir cera de la buena. Vuelven a llover hachas con Last Breath, que abre con un riff de pura factura Metallica -no podíamos irnos sin citar a la competencia- pero que luego se crece a medida que avanza. Y solo queda resta ya la salida del disco a través de la Outro final. Alfa y Omega.
Pues nada, que hemos descubierto un discazo ultraheavy. Es verdad que para mi gusto quizá una voz algo más potente y con agudos más claros hubieran dado el puñetazo en la mesa definitivo. La voz se desenvuelve muy bien, que conste, solo que siempre en un rango medio con cierta tendencia a rajar, quizá a veces demasiado -¡rasca mamá!-, pero sin llegar a lo gutural nunca. de todas formas no te equivoques, si te gusta el heavy metal sin colorantes ni conservantes, ya estás tardando en ir a por el disco.
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