1. Bajo Mi Cama
2. Trozo de Ti
3. Slayed
4. Canción sin Voz
5. 1984
6. Demacrado Reflejo
7. La Noche
Hay bandas que no saben venderse bien, y Maldia es una de ellas. En su página web dicen que este LP (de 30 minutos casi justos) es una "demo de estudio", cuando deberían haber dicho que es un discazo o, por lo menos, un LP de estudio con todas las de la ley. Porque eso es lo que es Maldia. Si no los conocíais, preparáos para un heavy metal compacto con una base rítmica que funciona como una apisonadora. Las guitarras no van a la zaga, haciendo uso de riffs contundentes a la par que cortantes, y unos solos impresionantes en técnica e inspiración, que nos recuerdan al híbrido perfecto entre un Marty Friedman y un Adrian Smith. Al capítulo de la voz tampoco se le pueden poner pegas, gustos aparte, como siempre. Neme, el cantante, hace uso de unas fluctuaciones de rango muy logradas, que van desde el grave limpio a unos agudos que llegan bastante alto. No es que encuentre muchas semejanzas con grupos actuales del panorama, pero si queréis haceros una idea, pues estamos ante una banda de "heavy metal potente" al estilo de formaciones como Saratoga o Eco. Aunque luego musicalmente no tengan que ver.
Maldia son una formación procedente de Lugo compuesta por: Neme - Voces; Ángel - Bajo; Jesús - Guitarra; Jose - Batería; David - Guitarra
El trabajo arranca con Bajo Mi Cama, una canción que sienta como un puñetazo en la cara, en el buen sentido, claro, metiendo una caña impresionante donde las guitarras hacen alarde de técnica. La voz alcanza momentos brillantes, aportando buenísimos cambios de rango que nos llevan por un tema truculento con una letra propia de un thriller de horror. Algo más hardrockero se nos presenta Trozos de Ti, que debería como mínimo ocupar el podio del disco, aunque no deja de tener ese aire oscuro y retorcido que guía todo el trabajo de estos gallegos.
Llegamos a Slayed, que bien podría haber sido el patinazo del disco; sin embargo los gallegos salen victoriosos del envite. Y es que Slayed es un tema cantado en inglés. A mí personalmente los cambios de idioma en un disco nunca me han gustado. Siempre me han parecido que quitan seriedad al conjunto, pero es que en este caso lo hacen tan bien que logran no desentonar con el resto de canciones. De todas formas, aunque Slayed es un buen tema, rápido y cañero, es cierto que sigo prefiriendo cualquiera de las demás canciones en español. En el lado positivo, es lo que tiene hacer las letras bien, algo nada fácil cuando se canta en español.
Tiempo ahora para la balada del disco, llamada Canción Sin Voz. Es un lento casi acústico y limpio, muy sobrio, que recuerda en la composición y sonido a cualquiera de esas deliciosas baladas o semibaladas de Skid Row o Metallica que escuchábamos en los 90. La verdad es que uno se queda esperando que la canción arranque con unas guitarras potentes en algún punto del tema, pero no lo hace, lo cuál, bien visto, hace que el tema sea menos previsible de lo que parecía. Por su parte, 1984 cumple a la perfección su papel de medio tiempo oscuro y hasta a veces parece que desesperado por la fuerza con que suenan esos agudos de Neme. Es probablemente el tema más complejo del disco.
La parte final del trabajo está destinada a dos canciones directas, rápidas y con una fuerza y un empaque absolutamente brutales. Primero tenemos la muy siniestra Demacrado Reflejo, donde de nuevo Neme se luce con el capítulo de voces. En este caso no he podido evitar acordarme de bandas como Savatage, Pantera o Megadeth. Y para terminar un auténtico zasca en la boca con un cañón llamado La Noche, que casi diría que es mi favorita, poniendo la guinda (¡qué coño la guinda, los cuernos!) con un tema de letra altamente etílica y juerguista.
No te pierdas este Maldia si te gusta el heavy cañón sin más etiquetas y con mucha calidad.
LICENCIA
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