1. Drinkin' Problem
2. Evil Man
3. Killer Bee Blues
4. Real Thing
5. Mean Mother's Boogie
6. Waitin'
7. Don't Give Your Heart to a Rumbler
8. Wonder Why
9. Jail In My Heart
10. Won't Be Late
11. Make Me Sway
12. Sky Is Low
Madre mía. Qué cosa más buena os traemos hoy. Decir que no dejo de sorprenderme de los máquinas que rondan Jamendo empieza a ser algo rutinario. Pero es la realidad. En este caso tenemos dos almas de blues, Freeky Cleen y Dyckie F., que han decidido unir sus fuerzas en más de una ocasión -bajo el sorprendente nombre de Freeky Cleen & Dyckie F- para ofrecernos su versión combinada de blues, blues rock, rock sureño y algo de country. Todo ello elaborado y embotellado en ... ¿Tennessee? No ¿Mississipi? Pues no. Esto está hecho en Ucrania, donde no hay casas de madera con porche para sentarte a contemplar la puesta del sol con un hierbajo en la boca. Y es impresionante. Si te gustan grupos legendarios de rock blues como pueden ser Lynryd Skynyrd, The Allman Brothers Band, John Mayall y, por qué no, el amigo Clapton, no dejes escapar por nada del mundo este pedazo de disco del que hoy os traemos la crítica: South Of Pearly Gates, parido el pasado año. No es el primero que sacan juntos y espero que no sea el último a juzgar por lo que se escucha.
Drinkin' Problem es el encargado de meternos en materia, todo un temazo, muy animado, de rock sureño setentero con toques bluesy. En cuanto empiezan a escucharse esos slides recorriendo mástiles y esos geniales licks de guitarra tan auténticos hay algo que se nos mueve. El resto de la canción confirma nuestras expectativas y nos hace la vida más agradable. El segundo tema, Evil Man, nos atiza con un riff de hard rock setentero de los buenos, y quizá es la canción con más ataque de todo el disco. Killer Bee Blues nos deleita con sus aires típicamente blueseros, a base de un medio tiempo contagioso donde se combinan acústicas y eléctricas de manera verdaderamente deliciosa. Real Thing, el cuarto tema, es uno de mis predilectos, un rock and roll con sabor muy clásico que me ha recordado muchísimo a Bad Company. Altamente disfrutable y donde, por supuesto, no faltan esos pasajes solistas sacando el máximo partido al slide. Estoy que me subo.
No podían faltar en algún punto las armónicas, y aquí las tenemos, con Mean Mother's Boogie, muy vacilona en la voz, como corresponde a un rock con toques boogie -para más detalles, véase el título de la canción- pero donde también se exprimen esas guitarras solistas para ofrecernos unos solos más tirando a un hard rock setentero más duro. Pero para setentero ese temazo que es Waitin', para mí el mejor de todos. De entrada es de enciclopedia antológica del slide, por supuesto. Pero sobre todo me encanta porque se combinan, con alto pedigrí, el rock sureño y unos pasajes típicamente ledzeppelineros. Led Zeppelin es mi debilidad, lo reconozco, y todos sabemos que, de la Santa Trinidad del hard rock, fueron los que más bebieron del blues, así que no me extraña encontrarme aquí con sus influencias.
Y más rock sureño, en este caso añadiendo cierta onda country, de la mano de otra genialidad como es Don't Give Your Heart to a Rambler. Ya sabes, Little Girl, estos tipos son "Freebirds" y vuelan, así que no les entregues tu corazón. Y para dejarlo claro nada mejor que este tema, que es curioso como mezcla la melancolía con la alegría. Tras Wonder Why, un blues puro y duro con alta presencia de acompañamientos y tornarounds de piano, pasamos a Jail In My Heart, bastante rítmica y nerviosa, donde aparece el órgano de colchón y en la que hay tiempo para explayarse con pasajes solistas chirriantes.
Tiempo para un poco de pausa con Won't Be Late, otra ronda de rock sureño relajado con protagonismo para las guitarras acústicas. Make Me Sway es un bluesrock entrecortado con voz casi dialogada, que hace de penúltima, antes de llegar al cierre reposado del disco, con Skay Is Low, a servir con un bourbon on the rocks.
En fin, como diría un tal "Norum" (no el de Europe) tenéis a la escucha una increíble "mierda sureña" altamente disfrutable. Es un disco realmente increíble en cuanto a calidad e inspiración y muy directo. No hay baladas, todo discurre por temas muy animados y, en cuanto a su duración, siempre tenemos temas de dos, tres o, como mucho, cuatro minutos en algún caso. Entra fácil y es uno de esos discos que va a ocupar mi estantería de imprescindibles. Simplemente acojonante.
LICENCIA
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