Foto: Nomadic Lass |
El primero es el más importante:
nuestra melomanía, concentrada en este caso en el hard rock y el
heavy metal de corte más tradicional. Eso ya lo explica casi todo,
pero hay más. Cuando el que escribe estas líneas se interesó por
el mundillo de la música copyleft, se dio cuenta al instante de que
se hablaba mucho del continente y poco del contenido. Es decir, mucho
de lo buena que era la existencia de la música libre para el
progreso cultural y poco de la música en sí. Modestamente pienso
que la mejor manera de promocionar a artistas de tanta generosidad
como los que acuden a Creative Commons, o a un sistema similar, es
olvidarse un poco de la revolución que ha supuesto este sistema -por
lo demás innegable- y pasar a hablar de su música. Lo que nos lleva
al tercer punto de nuestra particular declaración de principios.
La música. El tipo de música: hard
rock y heavy metal, ni más ni menos (o probablemente algo más y
algo menos). Dentro de la evolución de este estilo de música, desde
hace tiempo inscrito en la categoría de “metal”, destacan en la
actualidad movimientos de vanguardia plasmados en la eclosión de
nuevos subestilos que fusionan los más variados tipos de música.
Esto ha dado como resultado, según creo, una paradoja muy curiosa:
la rama más tradicional, el puro heavy metal sin etiquetas, así
como los palos más tradicionales del hard rock, han acabado
cubriéndose de una cada vez más gruesa capa de polvo (o mejor sería
decir de “caspa”). Vamos, que lo tradicional ha pasado casi al
underground. En un entorno como es el de la "música libre", esto
resulta acentuado, pues es innegable la existencia de una conexión
ideológica entre la cultura libre y la innovación musical que
presupone, al estar liberada de las ataduras de productoras y casas
discográficas que, muy a menudo, solo buscan explotar una y otra vez
la misma fórmula.
Sin embargo, todavía deben quedar fans de este tipo de música, “hortera, macarra y pasada de moda, que es la mejor”, como dijo una vez el ilustre José Carlos Molina. Hay webs de música libre, y también, y muy buenas, de metal libre, pero ninguna restringida a este tipo de música que, en un tiempo ya lejano, constituía eso que se llama “mainstream”. Aquí pretendemos recuperarlo para bien. Esta web pretende ofrecer, humildemente, información sobre música copyleft a aquellos oyentes que busquen realmente ese sello tradicional, desde el heavy metal ochentero al prog setentero, desde el hard rock melódico al sleazy, desde el rock más tradicional venido de lejanos lugares del sur hasta el thrash metal más acelerado: rock, hard rock y heavy metal de toda la puta vida, que dirían algunos. A un nivel más personal, también pretende posibilitar el intercambio de opiniones sobre este sector tan huérfano de la música.
Y además con calidad, nuestro cuarto
punto del orden del día: no soñamos siquiera con que Motley Crue,
Hanoi Rocks o Iron Maiden publiquen alguna vez sus trabajos con
Creative Commons, pero tenemos claro que hay bandas de una calidad
sobresaliente que sí lo hacen, y que merecen ser llevadas a las
orejas de todo aficionado al heavy y al rock que se precie. Sabemos
que las licencias libres son el destino de bandas de todo tipo: desde
cosas inaudibles a proyectos maqueteros decentes, pasando por bandas
de sonido profesional. Esto es lógico teniendo en cuenta que los
intermediarios entre el músico y su público han desaparecido con
las licencias libres. Pero aquí nos quedamos con lo mejor; esa será
otra de las enseñas de esta web: seleccionar música de una calidad
mínima acreditada, para que flipéis en colores.
Así que bienvenidos a este proyecto.
El tiempo dirá si en realidad se tratará de puro onanismo musical o
de un lugar de debate sobre música. Sea como sea, que empiece esto
de una vez.
HardandFree
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